1-Lee el artículo una vez sin realizar apuntes.

2-Escribe una idea del artículo que sea corto, de unas tres o cuatro oraciones.

3-Subraya los conceptos temáticos y- términos  que no  sean claros.  

4-Resalta la tesis del artículo. Este debe ser el argumento principal que hace el autor o que trata de probar.

5-Toma nota de cualquier concepto que no se haya probado o explicado por completo.

6-Decide el propósito del artículo. Este puede ser la tesis o lo que el autor esté tratando de probar.

7-Responde qué tan exitoso fue el autor en probar su tesis. Declara ejemplos

8-Explica por qué el artículo debe ser de interés para el lector y para el mundo en general.

9-¿Cómo se relaciona el texto contigo en un nivel personal, ya sea en el pasado, presente o futuro?

10-¿Cómo se relaciona el texto con la experiencia como seres humanos en general?

11-¿El texto concuerda o difiere con tu visión del mundo y tu sentido de la ética?

12-¿El texto te ayudó a aprender más acerca del asunto o a comprender un punto de vista contrario?

13-¿El texto aborda directamente asuntos que te interesan o consideras importantes?

14¿El texto es filosófico, ¿es adecuadamente lógico?

 

15¿Cuál es tu reacción en general?

Eros y Tánatos, o el amor y la muerte, son temas universales que han preocupado al hombre desde los comienzos de la historia. Los más grandes filósofos, poetas y novelistas han puesto estos temas en el centro de su reflexión o desarrollo

La vida y la muerte son los aspectos más importantes para la humanidad, así pues para su tratamiento, es necesario contemplar muchas superficies, planos y densidades teóricas. ¿Cómo abordar algo tan complejo, tan sabidamente inabarcable, que se encuentra en el mismo lindero de lo imposible? El psicoanálisis propone: “seamos realistas, busquemos lo imposible”.

Eros o el amor: En los mitos griegos más antiguos, el eros es considerado como uno de los grandes principios constitutivos y constituyentes del universo. Pero al mismo tiempo es un dios y su leyenda nos muestra algunos rasgos esenciales del amor:

1 El amor es involuntario, ocurre, pasa, como una enfermedad. Eros tenía la misión de castigar a Psiquis por su belleza, para vengar así a la celosa Afrodita, su madre. Y sin embargo, le bastó mirarla una vez para caer encendido en el sentimiento amoroso.

2 El amor, a diferencia de la amistad —que se va forjando lentamente—, aparece en forma súbita, hecho representado en las flechas que emplea Eros o Cupido para encender el corazón de los amantes.

3 El mito nos enseña también el carácter exclusivo del amor. Este rasgo distancia al amor del erotismo.

4 Otra característica del amor que se desprende del mito es la trasgresión que casi siempre lo acompaña. Eros no tenía derecho de enamorarse de una mortal y, sin embargo, no es capaz de sustraerse al sentimiento que lo invade.

5 Hay otros dos elementos en el relato mítico que, aunque no esenciales, son de interés en este contexto: que Psiquis, la bella enamorada, sea la representante del alma humana y que uno de sus atributos sea la curiosidad.

 

Tánatos o la muerte: La raíz etimológica de thanatos es tha y la única otra palabra griega con la misma raíz es thalamon, el tálamo nupcial. El thalamon es el lugar de la casa donde habita la esposa y es la habitación más central, pero también la más oscura. Thanatos o la muerte aparece vinculada entonces, por un lado, a la oscuridad y al encierro y, por otro, a la mujer y al amor.

Ahora, si la misión del hombre con respecto a las cosas es nombrarlas y salvarlas, con respecto a sí mismo su tarea será «preparar con tiempo la obra maestra de una muerte noble y suprema, de una muerte en que el azar no tome parte, una muerte consumada, feliz y entusiasta, como sólo los santos supieron concebir.

 

En suma, tánatos no significa destrucción ni tampoco es la fuente de todas nuestras desgracias, sino que es parte esencial de la vida misma.

Freud intenta a partir de una influencia poderosa de la filosofía, articular las nociones de vida y muerte, para ello, se propone entender las dinámicas que se esconden e influyen en la constitución del psiquismo, y las maneras en que determinan la existencia de los seres humanos. Para ello, emplea primeramente la noción de trieb, que ha sido traducida como pulsión; su teoría de la pulsión de vida y pulsión de muerte

Para Sigmund Freud, inscrito a la problemática del dinamismo del ser, existen dos pulsiones antagónicas que constituyen la subjetividad, sobre el que los hombres construyen su destino. La pulsión de vida y la pulsión de muerte. Con esta perspectiva de una lucha permanente y constitutiva entre Eros y Tánatos, es que los hombres forjamos la tragedia de nuestra existencia. Lo que propone Freud, es que lo realmente constitutivo es el conflicto lo masculino y lo femenino, luchan por la hegemonía en las identificaciones como en los objetos, lucha que inclinará en un sentido o en otro a las personas. Freud, a estos representantes y empujes, a estas fuerzas que luchan las llama pulsiones  y considera que dos son las protagónicas en la constitución del psiquismo y de lo que sería propiamente la condición humana: Eros y Tánatos. Vida y muerte se enfrentan tratando de atraer a la criatura a sus territorios. Se trata por lo tanto de un sistema de opuestos en los que uno depende del otro, no puede existir uno sin la presencia del otro. Una forma de representar a las pulsiones sería: la de la acción de crear, por un lado versus la de destruir, por el otro, o bien siguiendo el ejemplo de la música podemos pensar en las pulsiones: toda la algarabía de los sonidos, tendría que ver con la pulsión del Eros, mientras que la pulsión tanática tendría que ver con la destrucción de esa algarabía con el silencio, la música como la existencia depende de las notas y los silencios, la una requiere de la otra, en la que los excesos de cualquiera de las dos pulsiones, llevan necesariamente al aniquilamiento de su contraparte: un puro y constante silencio o un puro y constante ruido, con ello la música como la existencia desaparecen. Podríamos resumir lo expuesto, al mostrar la dialéctica del Eros y de Tánatos en cuanto a su despliegue existencial y a la necesidad recíproca de ambas pulsiones en la constitución del psiquismo, como expresiones de fuerzas inconscientes y constantes, que se tejen y destejen, mostrándose en aquellos objetos o fenómenos que nos permiten deducir su presencia.

 

 

 

El Yo y el Ello - Lo consciente y lo inconsciente - Psicología Malena Lede

 

La hipótesis básica del Psicoanálisis es diferenciar la psique en consciente e inconsciente, lo que permite entender la patología de los procesos anímicos.

 

Desde esta perspectiva, la conciencia es sólo una cualidad de lo psíquico y no la esencia, que puede incluir a otras cualidades y también faltar del todo.

 

Esta afirmación sobre lo inconsciente, según Freud, ha sido rechazada por inconcebible, por personas que no saben nada de fenómenos como la hipnosis y los sueños.

 

La conciencia es la percepción de lo inmediato, un estado absolutamente transitorio, que puede volver nuevamente a la conciencia fácilmente, o considerarse “latente”, “inconsciente” o “capaz de conciencia”.

 

A través del estudio de la dinámica psíquica, el Psicoanálisis ha descubierto que existen procesos o representaciones psíquicas de gran energía, que sin llegar a ser conscientes pueden provocar distintas consecuencias en la vida anímica por oponerse a ellas cierta fuerzas energéticas; y algunas, hacerse conscientes como si fueran nuevas representaciones.

 

Mediante el Psicoanálisis, se puede suprimir esta energía y hacer conscientes dichas representaciones.

 

La teoría de la represión es la que da origen al concepto de lo inconsciente, o sea que lo reprimido es para el Psicoanálisis el ejemplo de lo inconsciente.

 

Aparecen así dos clases de inconsciente: lo latente que puede hacerse consciente y lo reprimido que no es capaz de hacerse consciente.

 

La labor psicoanalítica tropieza contra las resistencias que el Yo opone a todo lo que se refiere a lo reprimido, que siempre es inconsciente, como lo es también una parte del Yo, pero no todo lo inconsciente es reprimido.

 

Lo consciente son todas las percepciones externas, o sea percepciones sensoriales y todas las sensaciones y sentimientos internos, y los pensamientos, o sea las ideas pre conscientes enlazadas a representaciones verbales, las cuales pueden acceder a la conciencia mediante huellas mnémicas.

 

El Yo es la instancia del aparato psíquico que está en contacto con el mundo exterior, es una parte del Ello modificada por la influencia externa.

 

El Ello es la instancia que contiene los instintos donde reina el principio del placer sin restricciones.

 

El Yo es el que le transmite al Ello la influencia del mundo exterior y el que aspira a reemplazar el principio de placer por el principio de la realidad.

 

El Yo representa la razón y la reflexión y el Ello las pasiones. Pero es el Yo el que actúa y el que rige y frena la fuerza del Ello, aunque a veces se deje conducir por la voluntad del Ello, como si fuera la suya.

 

El Yo es antes que nada el cuerpo mientras las pasiones más bajas se desarrollan en el Ello que es lo inconsciente, pero cuando las funciones anímicas del Yo, como la autocrítica y la conciencia moral a las que le concede alto valor, son inconscientes, pueden producir en los neuróticos, un sentimiento inconsciente de culpa que pone serios obstáculos a la curación.

 

O sea que no solamente lo más bajo que existe en el Ello, sino también lo más elevado que existe en el Yo, que es el Super Yo, pueden permanecer inconscientes. Porque el Yo no es solamente la parte del Ello representante del mundo exterior, sino que contiene también al Super Yo o ideal del Yo, una instancia del aparato psíquico, que tiene una conexión más débil con la conciencia y en parte puede ser inconsciente.

 

Malena

Fuente: “Obras Completas de Sigmund Freud”; “El Yo y el Ello”, Lo consciente y lo inconsciente” (1923)

Autor: Redacción Ejemplode.com, año 2016

El yo, el superyó y el ello son conceptos desarrollados por el psicoanalista Sigmund Freud para explicar como funciona la psique (psique es el alma, la comunión de las diferentes acciones mentales, viene del griego psique que significa alma)

 

Freud propuso que la psique esta controlada por un mecanismo, este mecanismo esta dividido en tres partes, el ello, el yo y el superyó, todos ellos están interrelacionados unos ayudan a controlar a otros. El primer nivel es el “Ello”, es el nivel primario, el segundo es el “yo”, es el nivel secundario y por último el “superyó”, el cual es encargado de bloquear a cierto nivel a los otros dos.

 

El ello es la parte inconciente o semiinconsciente de la psique que se encarga de los deseos o pulsaciones primitivas como son el hambre, la agresividad, los actos irracionales y el sexo. En el sujeto es la parte de su personalidad primitiva o impulsiva, de acuerdo a la teoría freudiana es la raíz de la conducta y del pensamiento en los humanos y su única razón de existir es para aminorar la carga emocional producida por los deseos o pulsaciones primarios. Según Freud trabaja según el principio del placer e ignora las llamadas de la realidad. Ante distintas situaciones es el ello el que hace que la persona tenga respuestas como buscar comida, sexo y agresividad pero estas respuestas no son completamente inconcientes además de que sus orígenes pueden ser tanto natos, como hereditarios o producido por  la influencia de lo que se pretende reprimir.

 

Para conocer al ello se utiliza la asociación libre la cual da a conocer ciertos aspectos de la personalidad por medio de imágenes, ideas, frases, etc., en las cuales el sujeto va diciendo lo primero que se le ocurra sin represiones. Esto sirve para desbloquear la defensa tanto del inconciente como del preconsciente  y así poder conocer los deseos o pensamientos reprimidos.

 

El yo es el segundo mecanismo de la psique, según Freud, es el mediador entre la realidad y los deseos del ello, su función es cumplir los deseos del ello pero de forma acorde con la realidad, utilizando razonamientos realistas que le permitan vivir en el  mundo real y respetando en lo posible al superyó. El yo cambia de acuerdo con la edad o con las peticiones del ello. Aunque su razón es complacer de forma realista las demandas del ello, no esta subordinado a él, así como tampoco lo esta del superyó, es independiente de ellos, es la parte ejecutora de la personalidad, la que lleva a cabo las acciones es parecido a la conciencia en que indica a la mente como actuar y el posible resultado de las acciones, y en su caso también es quien frena la conducta para evitar ceder a la propia libidinosidad, el yo es quien vigila todas las acciones de la persona, desde las mínimas hasta las grandes, guía a la persona sobre que camino llevar.  Muchas funciones cognitivas son definidas como parte del yo, tales como la memoria, la diferenciación de la realidad, la defensa psíquica y el procesamiento de la información adquirida. El yo regula los requerimientos del ello, del superyó y de la realidad, el yo no es completamente conciente ya que el mecanismo de defensa yoico trabaja de forma inconciente.

 

La contraparte del ello es el superyó, el cual existe a partir de la cultura adquirida después de nacer, esta formado por las experiencias, la educación y la influencia moral externa. El superyó esta formado de dos partes, el ideal del yo, el cual es la propia imagen idealizada formada por comportamientos  que aprueban y premian los demás y la conciencia moral  la cual es propiedad de la auto-critica, la autovaloración y la autolimitación. de acuerdo a Freud no se nace con el superyó, esté se va desarrollando conforme se van adquiriendo conforme se van desarrollando la conciencia moral y el ideal del yo, es decir conforme se van aprobando, reprimiendo o rechazando las acciones, y conductas del sujeto, esto como resultado de la resolución del complejo de Edipo. Es la parte de la psique que se encarga de limitar al ello,  su misión es que la imagen propia sea valorada y respetada para poder convivir con el mundo real; de acuerdo con la teoría freudiana, los psicópatas tienen trastornado el superyó, pues es el superyó el que se encarga de la interrelación personal, de la convivencia real y de las cuestiones morales o auto limitantes.

 

 

 

URL del artículo: http://www.ejemplode.com/39-psicologia/2126-ejemplo_de_yo,_superyo_y_el_ello.html

 

Fuente: Yo, superyó y el ello